Construyendo nuestros pequeños hornos de adobe, con barro y cañas, para conservar el fuego. Con las mismas técnicas que usaban nuestros ancestros, cuando, tomando contacto con el fuego, y contra todo pronóstico, se acercaron a él, venciendo el instinto natural de huir. Haciendo tribus. El mes que viene repetimos ¡estad atentas!
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